LA DCIA crea entonces el P3P Working Group, cuyo principal responsable será el gobierno de la Isla de Man. Este grupo se encargará de definir un conjunto de prácticas empresariales para rentabilizar el intercambio de música online. Su función será "determinar las mejores prácticas voluntarias para monetizar la distribución online de música". El P3P por tanto no es un nuevo protocolo de intercambio de ficheros -como sí lo es, por ejemplo, el P4P- sino un conjunto de procedimientos para obtener rendimiento económico el intercambio de archivos sin molestar a los clientes ni tratarlos como criminales. Entre sus funciones se destaca la capacidad de proveer a los ISP la facultad de autorizar a sus abonados a descargar y compartir música en Internet usando cualquier medio de distribución online, incluyendo P2P o descargas directas. También es cierto que el sistema presenta algunas dificultades que deberán ser solventadas ¿Qué pasaría con aquellos que no usen Internet para descargar? ¿Deberían pagar igualmente esta tasa? ¿Y si descargas archivos sin derechos de autor? ¿Y si hay archivos que no son fácilmente reconocibles y no puede saberse sin tienen copyright? ¿Cuánto dinero le entregaran a los autores y en base a qué? ¿Cuál será la tasa a cargar en la línea? ¿Qué pasará con los países europeos que empiezan a aplicar medidas legales contra el P2P?Así pues, una vez resueltos los escollos, este sistema podría convertirse en el fin de las durísimas rencillas que enfrenta a las compañías y a los usuarios. Nosotros lo vemos bastante factible y muy justo para las partes. Quizá la única solución viable a este conflicto surgido en la era de la información. Porque es cierto que los bits son libres y nadie puede ponerle puertas al campo, pero no es menos cierto que los autores de obras intelectuales deben recibir una recompensa por su trabajo. No sabemos las reacciones de las demás entidades de gestión de derechos de autor, pero mucho nos tememos que en España seguramente pretendan imponer una tasa para "compensar la piratería" a las líneas ADSL (ya lo propuso la SGAE hace algún tiempo) pero no autorizar la descarga y seguir persiguiendo a los usuarios por toda la red. Y por supuesto, nada de eliminar el canon. La tajada resulta demasiado apetitosa como para soltar la mordida fácilmente. Imaginemos el escenario tan magnífico para la SGAE: todas las líneas ADSL pagando para ellos, el canon por otro lado y encima la ley de los 3 avisos para frenar toda descarga que ellos consideran lesiva para su bolsillo. De pesadilla. Esperamos equivocarnos y que la Isla de Man sea un ejemplo para el resto del mundo.
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